En el Minilibro Estoicismo -Frases y prácticas para una vida en plenitud- Tapa dura, encontrarás frases de los mayores representantes de este saber y ejercicios para llevarlos a la práctica cotidiana.
Desde el siglo III a. C., cuando Zenón de Sitio fundó su primera escuela filosófica, el Estoicismo tuvo una profunda influencia en la civilización grecorromana y, en consecuencia, en el pensamiento occidental. Su nombre proviene del lugar donde Zenón reunía a sus discípulos: el término “pórtico pintado” (del griego Stoá poikilé) alude al espacio adornado con escenas de batallas míticas e históricas en donde se celebraban estas reuniones.
Luego de Zenón, en una segunda etapa en la cual el Estoicismo se introduce en Roma, esta filosofía se convierte en el modelo para dirigentes del imperio, con un enfoque coherente a su acción política, y en donde la severidad se vuelve un valor aceptable para los que ocupan cargos públicos, a la vez que esclavos y personas apartadas de la sociedad comienzan a ser integradas como ciudadanos.
En su tercera etapa aparecen sus representantes más populares: Séneca, Epícteto y Marco Aurelio. Se abandona la corriente ecléctica y se intenta una vuelta a los orígenes interesándose sobre todo en el aspecto moral. Tras la muerte del emperador Marco Aurelio (el último divulgador de esta era), el Estoicismo entra en decadencia producto de las crisis sociales y de una revalorización de la espiritualidad y posterior auge del cristianismo.
Recién en el siglo XVI, el movimiento humanista le daría un nuevo enfoque influyendo a escritores y pensadores como Spinoza, Montesquieu o Bacon, y a finales del siglo XX, el interés por su filosofía resurge y sus prácticas comienzan a revivir ajustándose al lenguaje y a la situación de los nuevos tiempos.

En la práctica, el Estoicismo busca a través de nuestra voluntad y disciplina, cultivar la virtud, la razón y la atención plena. Contribuye con herramientas para admitir y comprender la adversidad y alcanzar su fin último, la llamada (del griego) eudaimonia, traducida como bienestar o felicidad.

Practicar el Estoicismo significa aceptar y valorar la realidad sin pretender modificarla, admitiendo la imposibilidad de controlar todo en nuestras vidas, pero gobernando nuestra reacción a los eventos que suceden a nuestro alrededor.

300 páginas
6,7 cm x 5,5 cm
Tapa dura
Encuadernación artesanal

ISBN: 978-84-127546-1-2
Depósito legal: B 20795-2023